Sinaloa México
EDITORES / GUILLERMO SANDOVAL G / M ROCÍO SÁNCHEZ B

Una mirada a vuelo de pájaro de las fuerzas productivas nacionales.

Hasta ahora los filósofos han interpretado la realidad, pero lo que se trata es de transformarla. Marx, décima tesis sobre Feuerbach

Para quienes se dicen de izquierda no negarán que existe una categoría esencial para estudiar la sociedad. Dicha categoría es: fuerzas productivas y su grado de desarrollo, definidas como la combinación de la de la ciencia, tecnología, fuerza de trabajo, tierra, maquinaria y herramientas orientada a la producción de los medios de consumo y servicios para la supervivencia de la sociedad.

Autor:  ISMAEL DIAZ COUTIÑO

Dentro de ésta combinación específica de maquinaria, tecnología y fuerza de trabajo en los procesos de producción, distribución y consumo surgen determinadas relaciones sociales de producción que determinan las clases sociales: propietarios y trabajadores asalariados.

Los datos[i]  siguientes expresan un esbozo del estado actual de las fuerzas productivas en México: 8 personas de cada 100 venden su fuerza de trabajo en actividades de tipo agropecuario (es el proletariado agrícola en los campos de hortalizas sinaloenses, en fincas cafetaleras, plantaciones bananeras, manzana, nogal, etc.); 28 de cada 100 personas es fuerza de trabajo asalariada en actividades industriales, normalmente en empresas grandes y para decirlo en términos de Marx, es el proletariado industrial propiamente dicho; y la abrumadora cantidad de 63 personas de cada 100 son trabajadores asalariados ocupadas en el sector turístico, clínicas y hospitales, taxistas, prostitución, bares, etc. Y como ya se sabe estos empleos del sector terciario son improductivos desde el punto de vista de creación de valor.

Los datos del cuadro no. 3 del mismo reporte, afirman que en el segundo trimestre del año 2022 el número de trabajadores subordinados y remunerados son un poquito más de 39 millones de personas y el número de patrones es de alrededor de 3 millones de personas.

Pero hay otros dos tipos de datos muy importantes que retratan el grado de desarrollo de las fuerzas productivas nacionales que INEGI no proporciona pero que es fácilmente verificado por cualquiera de nosotros: esto es, que alrededor del 99% de productos de consumo doméstico son de origen extranjero. Una inspección a vuelo de pájaro en las grandes tiendas de autoservicio y mercados populares, veremos que la ropa, calzado, medicinas, accesorios domésticos, frutas, alimentos procesados, etc., todo son de origen extranjero o franquicias extranjeras.

Y otro. Es un hecho aceptado como una fatalidad histórica para todos los mexicanos que nuestro país debe ser absolutamente dependiente en el aspecto científico-técnico del extranjero, dado que todos los días vemos en el campo, en las calles, en el mar y el aire medios de transporte y maquinaria y herramienta agrícola de fabricación extranjera de tal modo que marcas como John Deere, Massey Ferguson, Ford, Chevrolet, Hyundai, Honda, Makita, Tupper, CAT, Samsung, Huawei, Toyota, Toshiba, Monsanto, Bayer y toda una larga lista de marcas extranjeras que inundan el panorama nacional.

Pero esta realidad es tan dura que para el gobierno de la 4T encabezada por el “cabecita de algodón” y sus intelectuales orgánicos prefieren no verla –o quizás no la ven realmente – dada su extraordinaria miopía intelectual, ideológica y patriótica para enfrentar la problemática nacional y cuya solución no llega más allá de ofrecer pensiones y programas sociales populistas y como algo extraordinario, la exaltación del individualismo y derechos en forma de la equidad de género, el homosexualismo, el consumo de drogas, destrucción del matrimonio heterosexual y toda ésa cola de pseudo valores promovidas por la agenda de la CIA y el Pentágono que hace brincar de gusto la nueva izquierda.

Desde la óptica de un proyecto de izquierda, el núcleo fundamental de la propuesta, consiste en recuperar una política económica nacionalista a través de un amplio programa integral de inversión estatal y privada de sustitución de importaciones para industrializar el país, programa sustentado en el apoyo absoluto del emprendimiento de la mipymes y su asociación para impulsar cadenas de valor altamente tecnificadas, eficientes y rentables.

La materialización de ésta propuesta se expresará como una tendencia de asociación para la industrialización que producirá un amplio incremento del empleo productivo y, simultáneamente se dará un proceso de “socialización de los medios de producción” voluntaria y rentable para todos los involucrados en el proceso económico, condición necesaria para avanzar hacia un grado más alto del desarrollo de las fuerzas productivas que son las condiciones materiales necesarias para saltar hacia un estadio más avanzado de la sociedad.

Lograr también que los trabajadores asalariados de las grandes empresas formen organizaciones democráticas de nuevo tipo- no sindicatos- bajo la línea del poder popular, para defender sus derechos y prestaciones para mejorar su calidad de vida.

Además, es urgente anular las concesiones otorgadas a las empresas españolas y/o extranjeras que controlan autopistas, puertos y aeropuertos, concesiones mineras, concesiones a mantos acuíferos e impulsar un programa estatal amplio de construcción de infraestructura. Una campaña nacional para modificar el sistema educativo nacional desde kínder al nivel universitario para convertirlo en el medio de transformación ideológica, científica y ética para el cambio patriótico que se requiere en México.

 Solamente así estaremos en condiciones de sacudirnos la terrible dependencia científico técnica y del atraso social tras ciento cincuenta años de poder de la burguesía.

Estas son algunas ideas que pongo sobre la mesa para dialogar en un verdadero proyecto de izquierda.

Culiacán de Rosales, octubre 25 de 2022

[i] Comunicado de Prensa. Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. Nueva Edición. Segundo Trimestre de 2022 cuadro No.4 11.47 23/10/2022 https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2022/enoent/enoe_ie2022_08.pdf