SOCIEDAD Y CONOCIMIENTO

Los retos a los que se enfrentan la sociedad y el sistema educativo en la actualidad son muy especiales. Nuevas necesidades, problemas y desequilibrios ligados íntimamente a las nuevas circunstancias, hacen pensar que no se han tomado todas las previsiones para enfrentar adecuadamente el cúmulo de factores que son signos de nuestra época.
Autor: Psic. José Magdaleno Espinoza Lugo
Los retos a los que se enfrentan la sociedad y el sistema educativo en la actualidad son muy especiales. Nuevas necesidades, problemas y desequilibrios ligados íntimamente a las nuevas circunstancias, hacen pensar que no se han tomado todas las previsiones para enfrentar adecuadamente el cúmulo de factores que son signos de nuestra época.
El desarrollo científico y tecnológico marca su huella en todos los aspectos de la vida. La forma de producir y distribuir lo producido no iban a ser la excepción. Qué y cómo se produce son insignias de las épocas.
La especie, las sociedades, las organizaciones y los individuos tienen qué hacer urgentes ajustes para responder a las nuevas circunstancias a las que los somete el desarrollo científico y tecnológico. Lo fundamental es ganar la carrera en la generación, apropiación y aplicación del conocimiento. La informática, la nanotecnología, las ciencias biomédicas, la ingeniería genética, los nuevos materiales, la telemática, la robótica y la Inteligencia Artificial dominan el escenario y sus productos impactan la cotidianeidad a nivel planetario.
En el presente, el futuro ya no puede verse como en el pasado. La velocidad del cambio exige mayor dinamismo a los sectores educativos, económicos, políticos y sociales.
Dentro de cinco años todos los descubrimientos recientes, tendrán una aplicación práctica en forma de bienes y servicios. Cada vez se reduce más el tiempo en que la humanidad duplica su conocimiento. El cuarenta por ciento de servicios y bienes que se producen actualmente, desaparecerán dentro de cinco años. No tenemos idea de la mitad de los productos y servicios que dominarán el mercado en ese mismo lapso.
El conocimiento que ahora es fundamental para solucionar los problemas y satisfacer las necesidades actuales será obsoleto dentro de poco tiempo. Tendremos otros problemas y necesidades que requerirán de otros medios y formas de enfrentarlos y satisfacerlos. Renovarse o morir en su sentido más literal.
El desarrollo científico y tecnológico genera condiciones y recursos para ampliar el saber en virtud de lo que se denomina el “crecimiento exponencial del conocimiento”. Emergen nuevos factores en la generación de riqueza para el individuo, las instituciones y las naciones.
El conocimiento se convierte en su principal activo y factor de desarrollo. El cambio es la constante. Las telecomunicaciones y el crecimiento exponencial del conocimiento repercuten en todos los órdenes y niveles de la vida. Uno de estos ámbitos es la estructura productiva en la que el conocimiento adquiere una nueva dimensión aumentando a las exigencias cognoscitivas y requiriendo de una gran versatilidad en el trabajo para responder a las variantes circunstancias del proceso de producción. El cambio más rápido cuestiona la eficacia de la especialización y surge la necesidad de una formación polivalente, de base amplia y de amplio perfil que fomente la capacidad de adaptación al cambio. No habrá lugar para la simulación, la irresponsabilidad y la mediocridad en las instituciones educativas, formativas y productivas.
El banco mundial reporta que, 29 países poseen el 80% de la riqueza mundial y habla de nuevos factores generadores de riqueza. Estos factores que hicieron posible tal concentración de riqueza participaron en la siguiente proporción:
-El 16% de capital productivo (maquinaria, infraestructura, etc.).
-El 17% su capital natural (materia prima, recursos naturales).
Y…
-El 67% su capital intelectual ligado a la educación, la investigación científica y tecnológica y sus sistemas de información.
El conocimiento se está convirtiendo rápidamente en el factor número uno en la producción.
Entramos en la era de la desmaterialización del proceso productivo. Pasamos de la manufactura a la mentufactura, de la mano de obra a la mente de obra. Se suprimen gradualmente los trabajos duros y repetitivos y se amplían las plantillas de técnicos controladores y de mantenimiento.
El efecto del automatismo invade todo el proceso productivo. Empezó desplazando al trabajador manual, siguió con los trabajadores y ahora incursiona en el nivel ejecutivo.
¿Seremos capaces de modernizar los sistemas, educativo, productivo y distributivo para participar, digna, responsable y eficientemente en la nueva era?