Sinaloa México
EDITORES / GUILLERMO SANDOVAL G / M ROCÍO SÁNCHEZ B

Por qué ha atacado Hamás y qué va a pasar a continuación. Guerra árabe-israelí

La primera respuesta apropiada al ataque de esta mañana de Hamás contra Israel es, en palabras de la declaración del Presidente Biden al respecto, "condenar inequívocamente" el ataque. No hay duda de quién ha iniciado esta última ronda de guerra árabe-israelí. Entre las víctimas iniciales hay civiles inocentes.

AUTOR: Paul R. Pillar  /  https://sinpermiso.info/

Las bajas de ambos bandos tan en sólo las primeras horas de esta nueva tanda la convierten en uno de los episodios más mortíferos del conflicto árabe-israelí de los últimos años. El recuento de víctimas será seguramente mucho mayor. El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, ha prometido tomar represalias de forma que "nuestro enemigo pague un precio como nunca ha conocido". Aun cuando la respuesta de Israel duplique lo que su enemigo conoce bien de anteriores rondas de ataques israelíes contra la Franja de Gaza, esto supondrá bajas palestinas, entre ellas muchos civiles inocentes, varias veces por encima de las bajas israelíes.

Y nada de esto nos acercará a algo que se parezca a la paz entre israelíes y árabes.

Hamás se expone al resentimiento de los gazatíes, que culparán al grupo -que funciona como gobierno de facto de la Franja de Gaza- de provocar la destrucción provocada por los ataques de represalia israelíes. En anteriores enfrentamientos con Israel, Hamás ha tenido que equilibrar este peligro con el apoyo que espera obtener presentándose como el más firme defensor del nacionalismo palestino que se opone a la ocupación israelí de tierras palestinas. Entender por qué los cálculos de Hamás inclinaron esta vez la balanza del lado favorable a un ataque requiere múltiples explicaciones.

Un portavoz de Hamás justificó el ataque en términos generales: "Queremos que la comunidad internacional ponga fin a las atrocidades cometidas en Gaza, contra el pueblo palestino y contra nuestros lugares sagrados, como Al Aqsa. Todas estas cosas son la razón para iniciar esta batalla". El recinto de la mezquita de Al Aqsa, que los judíos conocen como Monte del Templo, ha sido un punto cada vez más delicado, con la ruptura de anteriores acuerdos que restringían la oración judía en el lugar, y una redada israelí a principios de este año contra fieles palestinos en la mezquita. También ha aumentado la violencia israelí contra los palestinos de Cisjordania, tanto a manos del ejército israelí como de los colonos de Cisjordania.

Muchos de estos aspectos de un enfrentamiento israelo-palestino exacerbado han coincidido con la llegada al poder, a partir del pasado diciembre, del actual gobierno israelí de extrema derecha. Es posible que la operación de Hamás estuviera en fase de planificación desde principios de año, una vez que quedó clara el rumbo de ese gobierno israelí.

Un detonante más específico pueden haber sido las negociaciones entre los Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí encaminadas a la plena normalización diplomática de las relaciones diplomáticas entre Israel y Arabia Saudí, negociaciones que, en opinión de algunos, parecen estar a punto de dar fruto. Desde la perspectiva general palestina, cualquier acuerdo diplomático a tres bandas de este tipo supondría un paso atrás para la autodeterminación palestina, porque el objetivo israelí consiste en gozar de esos frutos sin firmar la paz con los palestinos. Desde el punto de vista de Hamás, la Autoridad Palestina rival adopta una postura notablemente complaciente ante la perspectiva de una mejora de los lazos entre Arabia Saudí e Israel, contentándose aparentemente con permanecer en su papel de auxiliar de la ocupación israelí. Esto deja en manos de Hamás la oposición activa a este paso atrás. Interrumpir la diplomacia encaminada a la normalización saudí-israelí puede haber sido una de las motivaciones del ataque de Hamás.

Ni el gobierno israelí ni el norteamericano se verán disuadidos de su esfuerzo de normalización, y el ataque puede incluso aumentar el deseo de la administración Biden de llegar a un acuerdo de este tipo. La variable clave estriba en la posición del régimen saudí. Es casi seguro que el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salmán (MbS) seguirá deseando alcanzar un acuerdo que satisfaga la mayoría de sus demandas en materia de garantías de seguridad, venta de armas y asistencia nuclear. Pero cualquier aumento del derramamiento de sangre entre israelíes y árabes hace que sea más difícil para cualquier gobernante árabe, incluido MbS, llegar a nuevos acuerdos con Israel. Independientemente de sus propios sentimientos al respecto, MbS debe tener en cuenta a la opinión pública saudí, así como el especial interés que su padre, el rey Salmán, tiene en la cuestión palestina.

El ataque de hoy de Hamás no sólo incluyó una lluvia de cohetes, sino también una incursión terrestre que dio lugar a la captura de israelíes que Hamás se ha llevado de vuelta a la Franja de Gaza. Israel confirma que se ha tomado como rehenes a ciudadanos israelíes, entre ellos evidentemente soldados y civiles, en número incierto, pero que se cuentan probablemente por docenas. Sin duda, los servicios de seguridad israelíes no escatimarán esfuerzos para intentar rescatar a sus ciudadanos, pero Hamás ha demostrado ser experta en el pasado en ocultar a sus prisioneros.

Esto implica que, una vez que se haya asentado el polvo de la batalla, se entablarán negociaciones, posiblemente entre otras cosas, sobre la devolución de los rehenes. Conseguir monedas de cambio en cualquier negociación de este tipo habrá sido probablemente otra motivación adicional de Hamás para el ataque. Liberar a los palestinos encarcelados por Israel es una contrapartida obvia. Se calcula que hay unos 4.500 presos en cárceles israelíes. En anteriores canjes entre Hamás e Israel se ha liberado a gran número de palestinos a cambio de un número mucho menor de israelíes. Un alto cargo de Hamás se jactó de que el ataque de hoy había proporcionado al grupo suficientes rehenes para liberar a todos los presos palestinos que se encuentran actualmente en cárceles israelíes.

Esas monedas de cambio humanas pueden servirle también a Hamás para obtener otras concesiones, como diversas formas de alivio del bloqueo israelí de Gaza. Cualquier victoria que Hamás consiga en este sentido, además de la liberación de prisioneros palestinos, puede ayudar a compensar el resentimiento que el grupo recibe de los habitantes de Gaza por la destructiva respuesta israelí a su ataque.

Las consecuencias políticas en Israel son más previsibles que las de la Franja de Gaza. Si bien se producirán las habituales recriminaciones sobre un "fallo de inteligencia" y sobre si el gobierno debería haber estado mejor preparado para el ataque, la escalada sangrienta del conflicto entre israelíes y árabes intensificará, al menos a corto plazo, el rumbo de extrema derecha de este gobierno israelí de extrema derecha y contribuirá a aplastar cualquier idea de concesiones significativas a los palestinos. La nueva guerra supondrá una distracción unificadora respecto a la controvertida reforma judicial emprendida por el gobierno y al caso de corrupción contra Netanyahu. Y en este sentido, puede que Hamás le haya hecho un favor político a Netanyahu con este ataque.

Desde una perspectiva más amplia y a más largo plazo, los acontecimientos de hoy y la guerra subsiguiente demostrarán una vez más que, a pesar de los esfuerzos por restarle importancia al conflicto palestino-israelí y dejar de lado la cuestión mediante acuerdos de "paz" con los estados árabes, el conflicto y sus consecuencias desestabilizadoras no van a desaparecer Frustrar las aspiraciones nacionalistas no hace que desaparezcan esas  aspiraciones, ni elimina el resentimiento por el trato opresivo que recibe un pueblo. Esta vez la respuesta violenta la ha orquestado Hamás; puede que la próxima vez la respuesta violenta adopte otra forma. Antes incluso de los acontecimientos de hoy, muchos observadores informados veían grandes posibilidades de que se produjera una nueva intifada, o levantamiento popular, en Cisjordania.

Fuente: Responsible Statecraft, 7 de octubre de 2023