Sinaloa México
EDITORES / GUILLERMO SANDOVAL G / M ROCÍO SÁNCHEZ B

¡NO PARECE DESIERTO!

por Isabel Dorado Auz

Esa fue la expresión del paisajista Cristóbal Castillo cuando observó que el llamado bosque de árboles nativos, en La Sauceda, presentaba una gran cobertura vegetal después de las múltiples lluvias que han llegado a esa zona de Hermosillo.
Aunque la flora es predominantemente nativa y, por ello, muy propia de climas desérticos, el cuidado que se le ha brindado permitió que otras especies también nacieran en ese lugar como una preciosa planta de calabaza y múltiples verdolagas, además del bledo, mejor conocido como quelite.
Hoy en día, caminar por los senderos peatonales, de ese lugar en específico, es muy relajante y se siente el contacto con esa naturaleza que está más viva que nunca.
Pronto cumpliremos tres años de jornadas ininterrumpidas de limpieza y reforestación, mismas que iniciamos en lo que quedó del Parque de Villa de Seris y luego las continuamos en el que será el bosque urbano más importante dentro de la ciudad de Hermosillo. La transformación de aquel lugar abandonado poco a poco se va notando gracias al gran apoyo ciudadano que acompañó primero los esfuerzos del Colectivo Ciudadanía Activa y que ahora se han sumado los esfuerzos de otro Colectivo, Crea un Bosque Urbano, que sábado tras sábado participa en estas jornadas. También es importante recalcar que eventualmente han participado en la rehabilitación de La Sauceda cerca de 50 colectivos de tipo ambientalista, cultural y de activismo social en general.
Pronto, en unas semanas, quedará terminada la primera etapa de lo que será el Bosque de los Olivos, justo en el camellón central que da entrada a la Sauceda. Quedará también terminada la primera etapa del sector de los mezquites dentro del área de árboles nativos y se continuará con los trabajos del Bosque Ribereño, el cual cada vez empieza a darle belleza a un lugar que parecía, también, totalmente abandonado. En ese lugar, se hizo una pequeña loma con tierra que fue enriquecida con hojas secas que aportaron dos incansables personas, Miguel Rascón y Ana
Guerrero; María Elena Barraza también aportó basura orgánica y Carmen Amaya autorizó que se agregara composta que Ella ha elaborado al interior de La Sauceda. El resultado ha sido maravilloso, varias tronadoras, aportadas por Silvia Sánchez, le dan belleza a ese lugar y debido a las lluvias también han emergido diferentes plantas que permiten ver una especie de alfombra verde alrededor de la loma.
Los álamos que plantamos alrededor de la loma se ven cada vez más bonitos. Es posible ver flores en pleno verano y aquello empieza a verse verdaderamente transformado. Apenas inicia el apoyo real del gobierno del estado y del gobierno municipal y, con la ayuda de las lluvias, empezamos a notar que aquel sueño que inició el 29 de febrero de 2020 pronto será una realidad, tener el bosque urbano que tanto anhelamos
No parece desierto, diría Cristóbal, y en efecto aquello poco a poco se va transformando en un bosque. Faltaría ver crecer los árboles que hemos ido plantando en estos años y en compañía de arbustos y plantas de cobertura vegetal para poder apreciar, en unos cinco años, lo que será un orgullo, construido desde la voluntad ciudadana y, al fin, con el apoyo de los tres niveles de gobierno.

Tú puedes ser parte de esta transformación, acompáñanos cada sábado desde las 6 a.m. aportando dos horas de trabajo efectivo. A las 8 a.m. te ofreceremos un desayuno y será la oportunidad ideal para platicarte como hemos ido construyendo este sueño.