Sinaloa México
EDITORES / GUILLERMO SANDOVAL G / M ROCÍO SÁNCHEZ B

MANJARREZ, EN SAN IGNACIO, SINALOA

MANJARREZ, EN SAN IGNACIO, SINALOA, (Novela, 336 paginas, disponible en amazon)
 
Autor: RAMÓN ANTONIO LARRAÑAGA TORRÓNTEGUI
 
La historia familiar en esta tierra se remonta a la compra de tierras que hizo Lorenzo Manjarrez quien era originario de la Villa de Manjarrez de la provincia de Logoña en el reino de Vizcaya (Actual país vasco) Lorenzo es el abuelo de Damián Manjarrez quien a su vez es padre de Ygnacio Manjarrez Mota y Padilla, y su madre es Doña María Mota y Padilla, ella nace en España, su abuelo fue hermano de Alonso de la Mota y Escobar, (1546 - ¿?) Teólogo, Obispo de la diócesis de Guadalajara, escritor, autor de la obra titulada "Descripción geográfica de los reinos de Nueva Galicia, Nueva Vizcaya y Nuevo León.
Doña María Mota y Padilla fue una dama de la alta sociedad en la nueva Galicia (Guadalajara) y al casarse con Damián Manjarrez, se trasladó a vivir al pueblo de San Ignacio, de Loyola
 
A mi abuela Isabel Manjarrez Bastidas.
Al escribir esta historia de la familia Manjarrez desde su llegada a San Ignacio Sinaloa, hasta el nacimiento de la mama de mi papá Roberto Larrañaga Manjarrez, tuve que improvisar hechos de los diálogos, por el tiempo trascurrido desde que México era una colonia de España en tanto que San Ignacio quedo entre dos gobiernos como lo fueron la Nueva Galicia y la Nueva Vizcaya.
Un pueblo que en sus inicios estaba lleno de soledad y apareció la figura de Francisco Javier Manjarrez, quien fue papá de Damían Manjarrez quien, a la vez, procreo su familia con María Mota y Padilla. Ygnacio Manjarrez Mota y Padilla se casaría con Rafaela Osuna Partida y uno de sus hijos de este matrimonio Antonio Manjarrez Osuna es el padre de mi abuela Isabel.
 
María Mota y Padilla pudo haber seguido esperando para conocer a otro enamorado, pero decidió seguir a Damián, siendo ella una mujer española de lo más selecto de la sociedad española en la nueva España. Acompaño al amor de su vida en esta aventura emocionante y se convierte en la cabeza de inicio de esta gran familia. Para Rafaela Osuna Partida, nacida y criada en Rosario, Sinaloa, casarse con Ygnacio Manjarrez Mota y Padilla, consiguió ser la esposa del hombre de sus sueños. Eufrasia se enlazó con Antonio Manjarrez Osuna consiguiendo con ello lo que estuvo esperando desde niña cuando se enamoró de él.
 
La vida de los personajes es encantadora y nos dará su historia muchas sorpresas. En la novela podemos leer, que no todo sale mal, y que muchas personas se ven privadas de sus intereses emocionales, pero otras logran sus objetivos. Todas ellas son madres para quien sus hijos significan su lucha y a través de sus acciones buscan que sean feliceses, dedicándoles todo su tiempo y esfuerzo.
 
Es una historia llena de amor, anécdotas y sucesos familiares que dieron inicio a que la pequeña casi aldea primero fuera la cabecera del centro de las misiones Jesuitas y posteriormente pasara a ser una villa y el Municipio que hoy conocemos. Prácticamente con el empuje económico de esta familia, el pueblo fue floreciendo, y sin ella, es poco probable que existiera como pueblo mágico. Una voz, retumbaba en mi cabeza en el sentido que le debía a mi abuela el escribir la historia de amor y desencuentros de su familia en esa dura época de su vida.
 
Nunca la conocí, pero las historias que escuché de boca de mi papá me han conducido en este camino que está reflejado en una novela rodeada de hechos reflexionados por el autor para quien su corazón latía cada madrugada escribiendo los detalles con la intención de que no se le escapara nada. Quise pagarle a mi abuela por darme los genes y la vida que me tocó vivir. Si, algunas de las cosas que se redactan para personas que tienen otra verdad les ruego me perdonen, son hechos para una novela y de lo escrito no me arrepiento.
 
Mis palabras quedaran impresas con ese agradecimiento a la que le dio vida a mi papá y de donde nací. La historia me despertaba por las noches y me incorporaba de la cama para continuarla como si mi abuela me susurrara al oído “No, te rindas, no me olvides” la luz divina desde donde se encuentra su alma despertó esa inquietud y me arrojo al teclado para remover los polvos pasados y olvidados de esa familia. Al fin los rayos del sol alcanzaron mi mente y fui redactando cada una de estas palabras. Es una historia que no me podía morir sin dedicársela. El trabajo se centra en personajes que experimentan un sentimiento de amor o una fuerte atracción por otros personajes, así como en describir los estados, acciones y emociones que acompañan a este sentimiento.