La historia del Grupo Activista Lucio Cabañas del CCH plantel Vallejo, 1972-1974
Este artículo tiene el propósito de reconstruir la historia del Grupo Activista Lucio Cabañas (GALC), entre los años 1972 y 1974. Para el logro de este objetivo, examinamos el origen de los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH). Asimismo, presentamos los antecedentes del GALC, su fundación y sus principales prácticas políticas. Por último, reflexionamos en torno a las causas que propiciaron el fin de la organización.
Autor: URIEL VELÁZQUEZ VIDAL*
Los CCH se crearon por la necesidad de atender una enorme demanda de ingreso a nivel medio superior en la zona metropolitana y al mismo tiempo, en transformar la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con una novedosa perspectiva curricular y con nuevos métodos de enseñanza. Durante el rectorado de Pablo González Casanova, el proyecto del CCH fue aprobado por el Consejo Universitario de la UNAM el 26 enero de 1971.
Ese mismo año, los planteles abrieron sus puertas en ese entonces para recibir a las primeras generaciones de estudiantes fueron Azcapotzalco, Naucalpan y Vallejo. En este último plantel operó el GALC, cuyos antecedentes fueron: el impulso de los profesores de diversas corrientes políticas, quienes participaron en el movimiento estudiantil de 1968; el protagonismo de los estudiantes de la primera generación del CCH plantel Vallejo que conformaron el Frente Unido del Grupo de Activistas (FUGA); y la influencia del movimiento de los cuatro puntos.
El movimiento de los cuatro puntos planteaba la toma de decisiones mediante una participación tripartita (profesores, trabajadores y alumnos), la revisión de los planes y programas de estudio, la asistencia a las asambleas y la democratización de la escuela. Estos cuatro principios estaban entrelazados y regían a la comunidad estudiantil del CCH plantel Vallejo. A la vez, sentaron las bases del GALC.
En 1972, un grupo de profesores apoyado por estudiantes del FUGA, convocaron a una asamblea a la comunidad estudiantil del CCH plantel Vallejo. A la convocatoria respondieron dos decenas de personas, entre alumnos y trabajadores. Allí, fundaron el GALC, cuyo objetivo era crear una educación científica, crítica y popular. Reivindicaron la lucha de Lucio Cabañas Barrientos en la sierra de Guerrero, desde el nombre mismo de la organización.
Poco después, militantes del GALC elaboraron dazibaos (cárteles de propaganda) que defendían la formación técnica y humanística de los estudiantes y criticaban las deficiencias del sistema educativo, mismos que aparecían en las entradas del CCH plantel Vallejo. Después de eso, los dazibaos se volvieron ubicuos. También pintaron murales dentro del Colegio; uno de ellos fue el mural “El camino hacia la revolución”. Su actividad cultural llamó la atención del artista José Hernández Delgadillo, que los apoyó con consejos y técnicas de pintura.
En aquel contexto, como era de esperar, el gobierno de Luis Echeverría Álvarez supuso que los CCH se habían convertido en “nidos de comunistas” e intentó recortar drásticamente su presupuesto. Ante ello, militantes del GALC intensificaron acciones urgentes relacionadas con la contrainformación, mediante el movimiento de los grupos propedéuticos y el movimiento en defensa de la educación científica, crítica y popular. A la vez, convocaron a Asambleas Generales para la toma de acuerdos con estudiantes, profesores y trabajadores. Mientras un grupo de militantes recorrió salón por salón del plantel Vallejo para informar a las bases.
Asimismo, militantes del GALC adoptaron el bagaje político que brindaba el maoísmo y que entre sus particularidades se encontraba el hecho de haber aplicado la línea de masas, entendida como un trabajo de largo aliento con los pobres de la ciudad y el campo. Al mismo tiempo, entablaron acuerdos con simpatizantes del Partido de los Pobres (PDLP), que consistieron en entregar los comunicados del PDLP de mano en mano en el CCH plantel Vallejo y en las calles aledañas.
En 1974 el GALC dejó de existir. El colapso se generó por la división que surgió en la organización cuando un sector de su militancia decidió pasar a otro nivel de compromiso político al integrarse a movimientos y luchas sociales de la época. Así, por ejemplo, algunos militantes del GALC engrosaron las filas de Acción Popular-Marxista Leninista (AP-ML). Mientras un conjunto de sus militantes que decidió quedarse en el CCH plantel Vallejo, conformó en 1975 el Grupo Activista Cuauhtémoc (GAC), cuya actividad fue meramente estudiantil.
*Historiador por la UMSNH, becario del CECHIMEX y coordinador del libro Senderos de Lucha. Las izquierdas mexicanas durante la época de la Guerra Fría.