El primer mexicano en los campos de entrenamiento del EPL chino. El caso de Federico Emery Ulloa

Federico Emery Ulloa fue el primer mexicano en recibir formación política y militar en la República Popular China. A la vez, logró que su proyecto revolucionario fuera reconocido y apoyado por los comunistas chinos. Con los contactos extranjeros asegurados fundó el Movimiento Marxista Leninista de México (MMLM) en 1965. A todo esto, ¿quién fue Federico?, ¿cómo se relacionó con los comunistas chinos?, y ¿cuál fue el propósito de esta relación?
AUTOR: Uriel Velázquez Vidal[1]
Federico nació en Tepic, Nayarit, en 1940. Su papá se llamaba Federico Emery y su mamá María Dolores Ulloa. Al morir su padre, la viuda Ulloa, profesora normalista, se hizo cargo de los gastos del hogar. La infancia y adolescencia de Federico transcurrieron a lado de su madre. En 1958 ingresó a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Dos años después, se cambió a la Facultad de Ciencias, donde estudió la carrera de Física. Allí, se relacionó con universitarios comunistas que le proporcionaron literatura marxista-leninista, para después reclutarlo a las filas del Partido Comunista Mexicano (PCM).
Al comienzo de la década de 1960, se desarrolló un gran debate dentro del PCM. Un sector de la militancia criticó las deformaciones espontaneístas y burguesas del marxismo dentro del partido. Ante ello, la dirección del PCM señaló a los militantes inconformes de revisionistas y liquidadores, y consideró necesario expulsarlos de sus filas. Entre los miembros expulsados estaba Emery Ulloa, que se dedicó a buscar otro horizonte de lucha. Lo encontró en el profesor de matemáticas, Sergio Hernández Castañeda, que dirigía a un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias de la UNAM. Conjuntamente organizaron círculos de estudio en los que leían y discutían las obras de Lenin. Así, se plantearon instaurar el socialismo en México. Para ello, fundaron el grupo Prometeo en 1961, cuyo lema fue “Resucitar a Lenin”.
Dentro del grupo Prometeo se planteó que la construcción del verdadero partido de la clase obrera implicaría un proceso, en el que debían adquirir una teoría de vanguardia y reclutar a un número significativo de militantes. Sin embargo, después de dos años de actividades de agitación y propaganda, no lograron ganarse las simpatías de los sectores obreros. Por ello, Emery Ulloa y un sector de la militancia cuestionaron los métodos de trabajo de la organización y empezaron a interesarse por los debates referentes a las dos vías para la revolución (armada y pacífica) que existían en la izquierda mexicana. Estas discusiones fueron atizadas por la influencia de la revolución cubana y por las posiciones chinas. Las lecturas, identificaciones y análisis sobre la inevitabilidad de la guerra revolucionaria, produjeron que un sector de la militancia encabezado por Emery Ulloa rompiera con el grupo Prometeo.
En ese ambiente, Emery Ulloa empezó a leer los materiales maoístas (como folletos, crónicas de viaje, revistas y colecciones editoriales) que le proporcionaba la Doctora Esther Chapa Tijerina, socia y fundadora de la Sociedad Mexicana de Amistad con China Popular (SMAChP). Durante octubre y noviembre de 1963, la SMAChP dio seguimiento a las actividades realizadas por el Comité de Fomento de Relaciones Económicas Chino Mexicanas, encargado de organizar la “Exposición Económica, Industrial y Comercial de la República Popular China”, misma que se presentó en la Ciudad de México del 5 de diciembre de 1963 al 5 de enero de 1964.
En esos días, Emery Ulloa asistió a la exposición. Ahí fue invitado por Chapa Tijerina a una cena con integrantes de la delegación china. El ex militante del MMLM, Ángel Verdugo Beltrán, recuerda que esta reunión se realizó en un departamento ubicado en Avenida Insurgentes-Paseo de la Reforma. En ese lugar, Emery Ulloa manifestó a Wu-Chu, quien presidió la exposición, sus simpatías hacia el PCCh y hacia Mao Tse-Tung. Por ello, Wu-Chu lo invitó a conocer China. El mexicano agradecido aceptó la invitación.
En febrero de 1964, Emery Ulloa viajó a China. No era fácil viajar a las naciones socialistas, mucho menos a China con la cual no había relaciones diplomáticas ni tampoco simpatía alguna del gobierno mexicano. Hacerlo era motivo de vigilancia y persecución policiaca. Eran los años de la Guerra Fría. Así, Emery Ulloa siguió una ruta audaz y desafiante hacia lo desconocido. Voló vía Ciudad de México-Nueva York-París. Su contacto en París fue con la embajada de China. Pese a que las relaciones entre chinos y soviéticos pasaban por un mal momento, y el movimiento comunista internacional estaba escindido, Emery Ulloa pudo volar hacia Praga y luego abordar un avión de la aerolínea Aeroflot que lo llevó a Moscú. Después partió hacia Pekín donde fue recibido por Sun Jian Lan, encargado del departamento de relaciones latinoamericanas de la Agencia de Publicidad Gouzi Schudian. Permaneció en el país asiático alrededor de seis meses.
Aquella primera estancia en la República Popular China, fue determinante para Emery Ulloa. Estudió la historia de la revolución china, y contrastó las doctrinas de la guerra popular prolongada y del foco guerrillero respecto al camino revolucionario a seguir. Así se convenció de que la lucha armada no podía estar a cargo de un puñado de hombres, al margen de las masas populares, como establecía la doctrina del foco guerrillero. La guerra popular tenía que ser una guerra del pueblo. Antes que nada, los comunistas debían desarrollar conciencia y organización, mediante una larga y difícil lucha de masas y con las masas; relacionarse y ganar la confianza de la gente, era el primer objetivo.
A mediados de 1964, Emery Ulloa emprendió el viaje de regreso a México. Implementó medidas de seguridad, para evitar ser detenido al regresar, debido a que su viaje no pasó desapercibido para la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y los organismos de espionaje estadounidenses. Así, partió de Pekín con rumbo a Moscú, luego se dirigió a París. De ahí, voló a Sudamérica, después a Centroamérica y a Belice, de donde, en taxi, cruzó la frontera y llegó a Chetumal, capital del estado de Quintana roo.
A su regreso a México, Emery Ulloa se reunió con sus camaradas, les comentó que había entablado acuerdos con los comunistas chinos, quienes aceptaron financiar el proyecto revolucionario que los mexicanos empezaban a impulsar en la clandestinidad. Con los recursos económicos, Emery Ulloa debía organizar una delegación de 11 integrantes que viajaría a China en 1967, para que conociera la experiencia del país asiático y recibiera formación política y adiestramiento militar en los campos de entrenamiento del Ejército Popular de Liberación (EPL).
Así, en 1965, con los contactos extranjeros asegurados, Emery Ulloa fundó el MMLM. Concibió la lucha armada como un referente fundamental, adoptó el maoísmo como guía y se inclinó por respaldar a China en la pugna que esta nación tenía con la Unión Soviética. A la vez, se propuso establecer un gobierno democrático popular que acabaría con la dominación imperialista y feudalista en México. Para lograrlo, planteó construir un partido revolucionario marxista-leninista de nuevo tipo, que estaría estrechamente vinculado a las masas, mismas que llevarían adelante la guerra popular cercando las ciudades a través del campo. Pero eso es otra historia.
Referencias:
Archivo
Archivo General de la Nación, Fondos Dirección Federal de Seguridad y Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales.
Bibliografía
Condés Lara, Enrique, Represión y rebelión en México (1959-1985), Benemérita Universidad Autónoma de Puebla/Miguel ángel Porrúa, México, 2009.
Velázquez Vidal, Uriel, El poder viene del fusil. El Partido Revolucionario del Proletariado Mexicano y su legado en el movimiento maoísta, 1969-1979, Libertad bajo Palabra, México, 2022.
Entrevistas
Ángel Verdugo Beltrán, entrevistado vía Zoom por Uriel Velázquez Vidal. Papalotla, estado de México. 18 de noviembre de 2024.
Zoilo Ramírez Maldonado, entrevistado por Uriel Velázquez Vidal. Coyoacán, Ciudad de México. 11 de mayo de 2023.
[1] Historiador por la UMSNH, becario del CECHIMEX y coordinador del libro Senderos de Lucha. Las izquierdas mexicanas durante la época de la Guerra Fría.