Sinaloa México
EDITORES / GUILLERMO SANDOVAL G / M ROCÍO SÁNCHEZ B

¡MOMENTO! EL NEOLIBERALISMO INFILTRADO

En nombre del pluralismo que, en efecto, debe promover Morena ante la sociedad civil, se han infiltrado de manera marcada, emisarios del pasado que ayer la izquierda combatía con propuestas, recibiendo en reciprocidad encarcelamientos, desapariciones, y hasta asesinatos, pero, sobretodo, descarados fraudes expresados en el desaseo de las elecciones para imponerse, creando una clase política de enorme poder para seguir fomentando el autoritarismo y la corrupción entre las redes de complicidades.
Conductas estas que fueron reproducidas, muy al estilo de ellos, en el pasado proceso interno del 30 y 31 de julio, para imponer en su gran mayoría, a delegadas y delegados a modo de sus intereses pero generando condiciones para seguirse manteniendo en el poder político en el 2024, a propósito de las elecciones constitucionales que habrán de celebrarse en todo el país, impulsando un proyecto, más que totalmente alejado del espíritu de la Cuarta Transformación, en contra del mismo.
Por eso se explica el porqué se marca una gran mayoría de funcionarios que no tienen sentimientos de pertenencia a la izquierda, y sí, a su vocación de derecha, trabajando en las diversas áreas de los gobiernos de los tres niveles, en tanto que Morena, no se ve muy reflejado en esos espacios, incluso, ni en los de representación popular.
En ese contexto, es evidente que el objetivo fundamental de los que están infiltrados en Morena y en los espacios de gobierno emanado de ese partido-movimiento, es la de crear una imagen caótica del proyecto de la Cuarta Transformación.
Es parte del plan de los golpes blandos que sirven a la derecha para desestabilizar el proceso de transformación profunda y verdadera, y emerger ellos, a través del PRIAN y del PRD, principalmente, para hacer efectivo de nuevo el viejo proyecto agotado que desde más de 70 años han enarbolado en este país, a espaldas del pueblo de México. Ellos se mueven en dos flancos, en el de la coalición de sus partidos, por cierto, hoy simulando ruptura a propósito de las sustanciales reformas que se están discutiendo en el Poder Legislativo, y en el del plan de infiltración.
A toda costa quieren seguir viviendo en los privilegios, pero más allá de eso, quieren recuperar el control del gobierno federal, estatales y municipales en el país. Y ya lo están haciendo a través de Morena.
Por eso no quieren que el pueblo participe de manera democrática. Lo quieren seguir utilizando en los operativos como peones ofreciéndoles dádivas como parte de las cooptaciones ("maiceadas", dicen en Sinaloa), mientras que los espacios de mayor poder y control, tanto en los gobiernos como en los mandos de dirección de Morena, son reservados para ellos.
Sin embargo, y pese a este escenario patético de frente a las esperanzas de cambio y transformación del pueblo de México, se debe apostar a la conciliación. Pero una conciliación de a deveras, no simplista. Donde no haya sometimiento de la clase política prianista infiltrada en Morena, contra su base social. Con propuestas tan profundas como los valores de la Cuarta Transformación que encabeza López Obrador y Morena como partido-movimiento.
Todavía se pueden construir mesas de trabajo entre las bases de Morena y la clase política auténtica de la izquierda donde discutan y acuerden temas que tienen que ver precisamente con el proyecto de transformación, involucrando en términos democráticos a Morena y a los gobiernos de la 4T.
No hay de otra. Abandonar al partido-movimiento fundado por las masas, que es como se conceptúa a Morena, como quisieran algunos infiltrados del neoliberalismo que se encuentran agrupados sosteniendo el poder, sería una tragedia que no se desea en el país por parte de las fuerzas progresistas.
¡Hasta luego o hasta nunca!
 
Autor: MANUEL CORTEZ