Sinaloa México
EDITORES / GUILLERMO SANDOVAL G / M ROCÍO SÁNCHEZ B

50 AÑOS DE “EL ASALTO AL CIELO”. ENSEÑANZAS Y COMPROMISOS

La sabiduría popular y también los intelectuales, coinciden en decir, que toda acción o practica que el ser humano desempeña, correcta o errónea, es un aprendizaje; son enseñanzas de la vida cotidiana, pero también de los acontecimientos de largo y profundo aliento. Así se nos a presentado eventos de gran impacto que han transformado al mundo, a nuestro país y particularmente a Sinaloa.

Por Enrique Díaz Terán Capaceta

La conquista y colonización del Continente Americano, nombre impuesto por los invasores, es un ejemplo de acontecimientos de grandes transformaciones en el mundo y en lo local; el saqueo de la riqueza natural y sobre todo la riqueza inorgánica, como los metales preciosos, dígase el oro, la plata, principalmente, transformó la vida económica, política, social y cultural de los países colonizadores como España, Portugal, Inglaterra y estos a toda la vieja Europa.

Estas acciones de conquista y colonización duro tres siglos de despojo, violaciones y muerte de pueblos originarios ya establecidos, con su desarrollo y estructura política, económica y cultural, con sus usos y costumbres, sus creencias, sus lenguas y mucho más; fueron trecientos años, también, de resistencia y lucha contra los invasores, hasta lograr su independencia, que fue otro gran acontecimiento de libertad y construir su derecho universal de ser una y bastantes naciones con autodeterminación y dignidad. Un cumulo de enseñanzas nos dejaron nuestros antepasados. Hoy se presentan nuevos contextos en esta materia, que nos obliga a revisar estos aprendizajes. Tenemos derecho a insistir.

El conmemorar los 50 años de aquella gesta revolucionaria, del 16 de enero de 1974, un “Ensayo” de toma del poder político llevado a la acción, a la práctica,” El Asalto al Cielo”, desarrollado en los campos agrícolas del gran capital agrario y en la zona urbana de Culiacán, Sinaloa, por un grupo de estudiantes preparatorianos y universitarios de la Universidad Autónoma de Sinaloa, del Tecnológico de Culiacán y de la Normal de maestros, acompañados de obreros y campesinos pobres.

Fue un llamado a estallar una Huelga General de los jornaleros agrícolas que trabajaban en las grandes extensiones de tierras de los potentados agricultores del Valle de Culiacán; ardió el centro urbano de la capital sinaloense, con quema de camiones de transporte urbano y otros vehículos, acción y táctica distractora para desarrollar el objetivo principal que ere la Huelga.

Se logra el objetivo de paralizar los campos agrícolas por unos días, después del impacto sorpresa, el gobierno organiza todas las fuerzas represoras con las que contaba, se desatan los demonios, la cacería de jóvenes estudiantes y trabajadores; detenciones ilegales, persecuciones, asesinatos a la luz del día, torturas, desapariciones y, todo ello sigue impune. Tenemos derecho a insistir castigo a los responsables de estos crímenes de Estado. La lucha sigue.

En todos los tiempos y espacios, el ser humano se ha guiado por una Utopía, otros dicen por un sueño, alcanzar objetivos y/o metas, todos ellos con un común denominador, alcanzar una vida de paz y tranquilidad, de bienestar social, de justicia social, vivir en un ambiente sano, con salud optima, respeto a los Derechos Humanos, a los derechos constitucionales; estas banderas de lucha, de gestas sociales, protestas y exigencias no se han logrado a plenitud, se ha avanzado parcialmente. Las luchas y demandas populares del pasado antiguo y del pasado reciente en el mundo, en México y particularmente en Sinaloa, no han pasado, no se han logrado, son agendas pendientes; tenemos derecho a insistir…

Se dice, por definición que la Utopía y la Distopía son representaciones imaginarias, que son las dos caras de la misma moneda, que son lo opuesto, respectivamente, lo positivo y lo negativo, lo bueno o lo malo, que un pueblo pueden estar en un estado o en otro, lo que nosotros decimos es que el mundo, como nuestro país y Sinaloa no se encuentra o no se ha logrado esa Utopía por la que tanta sangre se ha derramado, muchos surcos se han regado con ella, muchos hombres y mujeres, niños y ancianos han bañado las calles, banquetas y jardines con ríos de color purpura, esta Utopía del pasado reciente, esta gran señora, aún no a pasado; tenemos derecho a insistir.

La paz en el mundo no se ha logrado, la guerra en Ucrania y el genocidio en contra del pueblo de Palestina en la Franja de Gaza, así, nos golpea en la cara que la Distopía no es imaginaria, es real y está en el presente desde el pasado.

En México, tampoco la gran señora utópica, tan deseada, no se a hecho presente; echemos una mirada fugaz al pasado reciente; el movimiento estudiantil popular el 2 de octubre de 1968, lucha por democratizar la educación, fue reprimida cruelmente, fue un crimen de Estado, sigue impune, de la misma manera el movimiento del 10 de Junio de 1971, represión ,torturas y desapariciones por el Estado mexicano; uno más, el 26 de Septiembre de 2014,muerte y desaparición forzada de 43 estudiantes de la Normal Rural de maestros de Ayotzinapa, Guerrero por el Estado, coludidos con el crimen organizado; y muchas más atrocidades han acontecido. Tenemos derecho a insistir por Justicia.

Sinaloa también tiene sus Utopías desde el pasado y que aún no han pasado, son grandes enseñanzas de lucha, por defender a esa señora por lograr un país democrático, con justicia social, paz y tranquilidad. En la década de los 70s del siglo pasado se destacan una serie de luchas por lograr esas aspiraciones; ejemplos dignos son el movimiento estudiantil y popular por lograr una Universidad (la UAS) democrática, en contra de imposiciones y sumisiones de autoridades, como el Rector y directores de Escuelas, en 1971-72.

Recapitulando la gesta heroica de “El Asalto al Cielo”: Ante el avance de las luchas populares, en el campo y la ciudad, los jóvenes estudiantes y activistas de la Liga 23 de Septiembre, al ver y sufrir las represiones en contra de ellos y los movimientos sociales, se organizan y se lanzan a una ofensiva armada popular nacional, de confrontación y al clandestinaje más firme. El resto de la década fue una persecución feroz por el Estado, llamada la “Guerra Sucia” contra los activistas de la Liga como de los Movimientos Sociales, de colonos y campesinos encabezada por la “Brigada Blanca”. Todo ello sigue impune, fue el Estado mexicano.

 Tenemos derecho a insistir. La Utopía, aún no Llega. 50 años han pasado de ese Ensayo; las enseñanzas es que las condiciones objetivas de aquellos años siguen presentes, incluso algunas se han incrementado, como la violencia, desapariciones forzadas; las carencias y desigualdades, la violación de los derechos humanos y la impunidad están presentes, la Utopía también. Son los retos y los compromisos.

Va nuestro reconocimiento a todos aquellos jóvenes adultos que ofrecieron su vida para alcanzar esa Utopía de transformar el Mundo, México y Sinaloa con justicia y desigualdad.