Sinaloa México
EDITORES / GUILLERMO SANDOVAL G / M ROCÍO SÁNCHEZ B

CHICHIS PEQUEÑAS

Quería ser delgada, alta, nalgona, chichona, elegante, todo lo que quería era diferente. Pero su cuerpo no había cambiado mucho, pero sus pensamientos sobre él cuerpo sí. No amaba a su cuerpo, no estaba orgullosa y lo escondía. Una chiquilla con temple y dignidad que respetaba a todos en la secundaria.
Me encantaban sus pláticas, me apasionaban temas como este de sus chichis que no crecían y se enojaba por desear tenerlas como las que salían en las revistas para caballeros.
En realidad, lo excelente para el juego, su cara y el cuerpo esbelto apasionaba a más de alguno. Le gustaba estar jugando siempre basquetbol y a veces tenía que retírame para no estar cerca por el exceso de sudor ante el ejercicio intenso que aplicaba a su entrenamiento.
Nunca trate de ser ofensivo con ella, pero buscaba que tomara conciencia que con ese cuerpo y su encanto no necesitaba tanto chiche ¿Qué tiene de ofensivo el cuerpo de una mujer con senos pequeños? Todas las mujeres tienen dos. Recuerdo que la policía se llevó a una mujer que estaba dándole chiche a un niño recién nacido en la plazuela. Lo vimos todos los estudiantes puesto que andábamos en la biblioteca. Para la policía era terriblemente ofensivo ¡Ridículos!
Apenas tengo palabras para expresarme de la estupidez de algunos políticos que rayan en lo imbécil. En verano íbamos a la playa y las americanas se quitaban la parte de arriba para asolear sus senos y ellas como raza las tienen chiquitas. Muchos de los jóvenes nos sentábamos en el malecón a disfrutar viéndolas desnudas de sus senos. Los senos o chiches son sagrados para los mamíferos incluyendo a los humanos.
El sueño de muchos jóvenes es ver las chichis de una muchacha joven. Está prohibido desnudarse en público, pero es admitido que lo pasen por la televisión y películas. ¿Censura, libertad, anhelo? Recuerdo que le expliqué a mi amiga que no se mortificara que las chiches cambiaran cuando crezcas, todo va al ritmo del compás de la naturaleza, por eso vive tu potencial ahora. Ella sigo su vida basándose en sus instintos, tomo sus propias decisiones, fue flexible en los límites que deseaba rebasar y sus necedades de ser chichona creí que se aplacarían cuando encontrara al hombre que la inspirara su camino.
Años despues nos encontramos en la calle. Ella noto en mi mirada que se desvió a sus senos, recordando aquellos años de secundaria en los que le molestaba que no crecieran. Y sin que yo le preguntara nada, me dijo: Desde mi adolescencia, he tenido un complejo sobre mis chiches pequeñas. Dejaron de crecer y permanecieron planas. Lo escondí a través de sujetadores con relleno. En vacaciones, el ir a la playa era difícil, lo peor. Siempre busque durante mucho tiempo un bikini que tuviera copas con relleno y permitiera las inserciones sin ser demasiado visible.
Recuerdas que en aquellos ya pensaba en la cirugía de chichis, pero siempre se quedó en mi mente. Nunca me ha gustado la idea de tener un material extraño implantado en el cuerpo. Tampoco me habían operado nunca ni me habían puesto anestesia. Ante eso me preguntaba ¿Cuál sería el resultado? ¿A qué riesgos estoy expuesta? ¿Qué pasa si no estoy satisfecha? ¿Vale la pena? Me case con el muchacho que estaba en tu salón de clases ¿Recuerdas que andábamos de novios? (Omito el nombre por respeto) Mi esposo y yo lo hablamos seriamente y él fue quien me apoyo en todo y me animo al respecto.
Me recordó que ya habíamos hablado de eso, pero tuvimos que esperar diez años despues de eso para que yo tuviera mis dos hijos y juntáramos dinero. Ahora me siento bien. Se puso su mano sobre uno de ellos y presumiéndolo lo levanto con su mano derecha, se rio comentando traigo un kilo en cada lado, se acabaron mis complejos. No quería que fuera un cambio significativo, sino solo un poco de chichis, pero ya estando allí, me anime por ir por más kilos (Volvió a sonreír).
Se acabaron los rellenos amigo, el sentir vergüenza por mis chichis chicas, ahora conseguí lo que quería y me siento liberada. Aunque en aquellos años hubiera sido una desventaja para mí para poder jugar basquetbol. Me siento yo misma. Para no quedarme en silencio le expuse. - Bueno eso no es más que un par de pechos, creo que las mujeres son algo mucho más importante que ello tanto naturales como operadas. Antes de despedirnos me pregunto por el Torceh (Hector) Marin (Rinma), y otros amigos a los que nos gustaba hablar al revés para que los adultos no se enteerran de lo que platicábamos por ejemplo Vaca decíamos cava, perro. Roope ect. Fue una moda en tercero de secundaria
Autor: RAMÓN ANTONIO LARRAÑAGA TORRÓNTEGUI
Diplomado y Maestria en Desarrollo Humano FESC- UNAM