DEL OTRO LADO DE LA NOCHE
Pienso en huir,
cierro los ojos.
El instante deja caer
su telón de pájaros,
el silencio silba
y la luz enciende la hoguera de flores
que alumbra el patio.
Amanece.
Voy por el camino de imágenes,
naufraga el cielo en las olas de los mangos.
Las sombras son el aire
hablando a solas con la claridad.
Tierra de murmullos
donde el tiempo se recoge a si mismo.
Me pierdo en el follaje de las palabras,
el agua no me moja,
la lumbre no me quema.
En una loma de piedras
vive el sol que te contempla,
eres como el río cuando llueve,
un viento de nubes te atraviesa.
A tu lado se pelea la luz con el minuto
y ruedan juntos por el polvo,
son la fruta que del árbol se desprende.
Reconozco el zumbido del insecto
que se acerca,
el viento que lo espanta adormecido.
Soy nadie,
un puñado de sílabas ardiendo
del otro lado de la noche,
lo que de pronto parece que adivinas.
Entre el allá y el aquí
no hay espacio.
Sueño que se sueña,
mirada en la corriente de un espejo
donde nada es igual y es idéntico.
En tu cuerpo
el día viaja en transparencias,
quietud que desembarca entre las hojas
de ese jardín
del que salgo sin cerrar la puerta,
porque no, no me atrevo al olvido.
Autora: Rosy Paláu