Sinaloa México
EDITORES / GUILLERMO SANDOVAL G / M ROCÍO SÁNCHEZ B

EL DÍA QUE NOS DESCANSÓ EL OVIDIO

Autor: Gilberto Gutiérrez

Ese día salimos muy temprano de casa como de costumbre, todavía oscura la mañana. No tenemos la costumbre de prender la radio en el carro así que ni en cuenta. El tráfico era normal para esas horas por lo  que enfilamos rumbo a la carretera Mochis-Ahome. Cuando llegamos al entronque a Compuertas todo iba normal hasta que al llegar al ejido Mochis noté un convoy de vehículos, algunos de ellos blindados y otros con las luces características de las patrullas, como estaba oscuro y aunque se me hizo raro me pasé pensando que era un grupo de policías, ni me inmuté, como bien dicen el que nada debe nada teme, así que casi hasta adiós les digo. Llegué a la planta e hice mi rutina como siempre, después de prender la compu me fui a echarle agua a una charola de germinación en el que tengo sembradas unas semillas de enredaderas que son muy bellas y no les he perdido la fe. Iba a salir a ver unos cactus que tenemos al frente de la planta cuando suena el teléfono. Era un compañero de trabajo de las granjas que me dice:

-Qué ondas mí biólogo dónde anda.

-Acá en la planta.

-Ha ya pasaste, me dijo.

- Ya pasé qué.

-Los Siqueiros, que no los viste que estaban echando gasolina.

-Pensé que era la chota.

-No wey eran los buenos, traen un desmadre, ¿qué no sabías?

-No ni en cuenta.

-Ahorita te paso unos whatsapp.

Y pum que me llega primero el vídeo ese que parece de la guerra de las galaxias o algo así como Irak,  me sorprendí, con razón se me hacía raro que no llegara nada de gente.

Después me llegó un audio del presidente municipal Gerardo Vargas en el que anuncia los bloqueos de las carreteras la internacional y carretera al Fuerte en el ejido Cinco de Mayo. Luego las fotos. Quise salir a ver mis cactus y ya no me dejó el vigilante, nombre ni se te ocurra, ya me avisaron que no va a venir la gente y que me encierre. Los cuatro que habían llegado ahorita se van a ir. Ingatu, me digo yo  ¿y ahora? Le hablé a mí mujer para preguntarle si ya sabía. Si me dijo aquí estamos encerrados y escuchando las noticias. Ahorita te hablo creo que nos vamos a ir todos en caravana para Mochis pa que te vengas. Iba saliendo uno de mis compañeros en moto cuando va llegando mi jefe. Nomás alcancé a decirle yo ya me voy me van a dar un raite para recoger a mi vieja. Y pum como puntero me subí a la moto, hasta entonces me di cuenta pero ni modo de volada llegamos, cuando pasamos por la comandancia solo había una patrulla y todo se veía escueto. Cuando llegué ya me estaban esperando de volada nos subimos al carro y le pusimos cola a una compañera de trabajo de mi esposa y ahí venimos de suerte nos tocó en verde el semáforo del entronque a Compuertas, quedamos en venirnos por toda la Independencia, por lo general agarramos por la periferia pero ese día era mejor el centro. Le acompañamos hasta el Country Club y de allí cada quién pa su casa.

La verdad que estaba todo solo el recorrido, me dijo mi mujer que no tenía tomate y que quería comprar un pollo pa hacer caldo, y yo le dije que quería hacer un ceviche, así que dijimos que lo mejor sería ir directo al mercado municipal. Y ándate que todo estaba cerrado, parecía domingo día primero de enero, era el pleno jueves negro.

Nos fuimos por toda la Degollado que también estaba escueta y de casualidad nuestro súper Los Sánchez, cerca de casa, estaba abierto. Compramos el pollo, cilantro, cebolla y apio que era lo que me faltaba pal ceviche. Cuando salía escuche que dijo la muchacha del súper que ya no entrara gente, que iban a cerrar, y pos juimonos pal cantón.

De volada pusimos las noticias, nos pusimos cómodos en la sala, a frotarnos las manos y con los  ojos pelones nos pusimos al tanto de qué estaba pasando. Pos que habían recapturado al Ovidio ese que le dicen el Ratón y que la cosa se iba a poner más cabrón. Que ya iba derechito pal campo Marte allá pa la ciudad de México. Que iban a cortar la luz y capar al que anduviera afuera en la calle, y pues no vaya a ser verdad oiga, y yo me puse mejor a hacer el ceviche que no es por nada pero me quedó de lujo, que hasta fue lo primero que se acabó. Y ahí me atoché frente a la tele, con el celular en el feis pal mitote por un lado, los sonidos de mensajes de whatsapp que o dejaba de parar, los clásicos memes que ya empezaron a circular, y así se fue el día en que el Ovidio nos descansó a todos…